Redención




Redención

No duermas,campesino,procura estar en vela;
la tierra es sangre tuya,la espiga es tu sudor.
Tu mano no es la mano que de terror se hiela,
tu mano es ahora un puño que se alza vengador.

Echate un manto rojo sobre la negra tela
con que cubrió tu cuerpo el déspota agresor.
Pon tu pecho cual dique al mar que te flagela,
si tiemblan tus hermanos...¡infúndeles valor!

No seas resignado;sé noble,altivo y bravo;
mejora humanamente tu condición de asclavo,
que cuando audáz emprendas la justa rebelión,

huirá despavorido el cruel terrateniente.
Y así el sudor bendito que mane de tu frente
será una lluvia sacra de paz y redención.